Cuando algo se comienza a desvanecer, podemos ser testigos de como la noche llega mas elegante que nunca.
Engalanada con su manto oscuro, cubre toda esperanza llegando a cada esquina. En cada callejón ahí la encuentras, silenciosa y observándote, desafiante, sabiendo que ahora manda ella, dejando huella en el silencio.
Misteriosa y tenebrosa, testigo de grandes secretos.
Necesaria y brillante como su oscuridad elegante....
Con la tormenta en el camino nos encontraremos, si la niebla no te deja ver cierra los ojos y camina con el corazón, el sabrá por donde guiarte, no temas porque nunca te llevará al precipicio.
Si la lluvia te empapa aprovecha y limpia tu alma, limpia tus heridas y lava tus cicatrices con agua nueva, entrégalas al viento y déjalas secar. Si en tu senda se cierra una puerta, acariciala y no te lamentes, pues nos hará proponernos un nuevo camino que hasta ahora, el camino ya forjado no nos dejaba ver.
Si te encuentras con un muro derríbalo y vuélvalo a construir, a los que vienen detrás les enseñará que el esfuerzo impulsado desde nuestro espíritu es la conquista de cualquier sueño.
No bajes nunca la mirada para mirar al que esta en el suelo, arrodíllate para entender como se ve el mundo desde su mundo y ayúdale a levantarse.
No tengas envidia del que presume de caminar por encima de ti, la vida lo hará bajar y alguna vez estaréis frente a frente.
Si te invade la pena por el pasado, recuerda que es mejor tener recuerdos de aquellos que amaste y perdiste que no tener recuerdos.
Cuando olvides algo no te quejes y sonríe, aquí donde vives, la sonrisa es lo único que nunca podemos olvidar.
Si se te apaga la luz, utiliza la luna....Con ella saldrá el sol.
