Quizás es un defecto que tenemos eso de idealizar un momento con alguien, imaginar como sera ese instante que con solo pensarlo nos llena por dentro. Quizás es un defecto dejar de lado la realidad, nos llenamos de pensamientos y sueños con los ojos abiertos para crear un mundo acomodado a lo que nuestro corazón necesita.
Quizás sea un error que las olas borren las huellas de caminantes que forjan su historia en la arena, o que la luna haga silencio y calle el brillo del sol, apagando nuestras esquinas, quitando color al día..
Hay sueños que no se cumplen y quizás se lleva a cabo aquello que no esperábamos, quizás hay que dejar la vida pasar, cerrar los ojos, no pensar...y volar como hace el tiempo, pero es complicado.
Quizás ahora mucha gente se está equivocando, otra tomando la decisión correcta, pero lo importante es que en todo aquello que hagamos imaginemos o soñemos encontremos nuestro propósito.
Da igual estar equivocados, es una lección.
Los momentos no tendrían la misma magia sin esa incertidumbre que te haga imaginar como serán.
La vida tendría menos sentido si no apartamos la realidad para dejar paso a los sueños.
No sentiríamos el frescor de la libertad si las olas no rompieran contra nuestros pies a nuestro caminar.
Sin la noche al amor le faltaría algo, bajo los ojos de la luna nacen los paraísos de pasión, nace la paz, con su presencia blanco marfil dibuja siluetas que cuentan las historias más bonitas, esas que nunca acaban, las de verdad..
Quizás solo tenemos que preocuparnos en estar ahí, valorar más lo que tenemos, equivocarnos o acertar ya da igual, no pensemos demasiado, quizás debemos vivir..
Para aprender a amar a una mujer primero tienes que dejar que te tenga, que sus brazos sean las mantas que te abrigan del frío del invierno, que su piel sea un tatuaje en la tuya.
Hay que darle alas para que pueda ser libre y pueda soñar como las princesas sueñan con su mundo perfecto, con ese mundo donde la sonrisa vaya de la mano de la pasión, donde los momentos sean recuerdos eternos que perdurarán después de muertos.
Aprendes a amar a una mujer cuando tú es ella y cuando ella es yo, cuando dejan de importar las cosas que a ti te hacen feliz y buscas las cosas que a ella la hagan sonreír. Cuando lo que te hace sufrir despierta sus lágrimas y te dice que todo va a ir bien, cuando dos cuerpos aprenden a ser uno, a funcionar con un solo corazón, como un solo pensamiento.
Aprendemos a morir para que ella pueda vivir, solo entonces entiendes lo que es amar a una mujer.
Al lado de una vela, reunión de lienzo y pintor, soñando con reflejar tiempos ya pasados, sonrisas y miradas eternas sobre un papel donde vives hasta el amanecer a veces sin dormir. La mesa y una silla sostienen tu alegría mientras dibujas suspiros apretando el pincel sobre el lienzo, dibujando la niebla de alguna calle oscura de algún lugar de París, donde una pareja posa bajo una farola, con talento y devoción hablas con tu creación soñando con la perfección. Pintando de blanco los días negros, Pintando sonrisas y salud cuando nada teníamos, con frio, con calor, siempre tu.. Hermosa y humilde artista de antaño que posees un don de genios pasados, que pintas los sueños de cuerpos acabados que ya se han apagado...
Silencio y escuchad.. Para despertarlos: Maria navarro.. 7A
